
Durante el primer semestre Aprende Resiliencia trabajó conjuntamente con la Facultad de Pedagogía de la Universidad de la Serena, específicamente con los estudiantes de la carrera de Pedagogía en Historia y Geografía en la nueva asignatura, implementada en la reciente malla curricular, “Riesgos y Desastres Socionaturales”. Aquí les contamos la experiencia de los alumnos, que a través del laboratorio del ramo, elaboraron nuevos recursos educativos para la plataforma Aprende Resiliencia.
Claudio Velásquez, estudiante de 5to año de Pedagogía en Historia y Geografía de la Universidad de la Serena, tenía 7 años cuando ocurrió el terremoto de Tocopilla (2007). Eran cerca de las 13 horas, estaba en el colegio y aún recuerda lo ocurrido no solo durante el sismo, sino también el impacto que este significó para la ciudad, a la que según señala, le tomó cerca de una década recuperarse. En esta experiencia se basaron él y su compañera Catalina Abarca, para realizar “Terremoto en Tocopilla: rugidos de la tierra que transforman la vida”, cápsula geohistórica que desarrollaron para Aprende Resiliencia.
Este es uno de los recursos educativos que elaboraron los 28 estudiantes del ramo Riesgos y Desastres Socionaturales de dicha carrera, en su sección de laboratorio. Otros se enfocaron en el terremoto de Huasco de 1922, el de Coquimbo en 2015, en la prevención y planes de gestión del riesgo ante incendios forestales y erupciones volcánicas, en indicadores de cambio climático y en aluviones ocurridos en el extremo sur de Chile. “Es fundamental enseñar a los niños estas temáticas, porque podemos formar líderes de comunidades resilientes. Sabemos que existen muchos desastres a los cuales los estudiantes en Chile se pueden enfrentar, pero teniendo una buena enseñanza pueden aprender a abordarlos”, señala Claudio Velásquez.
Esta asignatura se incorporó dentro de la nueva malla implementada el año 2018 en la carrera de Pedagogía en Historia y Geografía, de esta casa de estudios, y está orientada a estudiantes de 8º semestre. La profesora Ximena Cortés, Magíster en Ciencias Geográficas, quien imparte la asignatura, explica que “requiere de fundamentos teóricos, trabajo en cartografía, conocimiento en geofísica, por lo tanto para nosotros era muy importante poder integrar un trabajo de vinculación con el medio. Y donde la geografía busque también ese encuentro entre lo disciplinar profundo geográfico, pero también lo didáctico”.
La académica trabajó hace unos años en una investigación sobre el barrio Baquedano y los tsunamis en la Bahía de Coquimbo, experiencia que la motivó a seguir trabajando en estas temáticas. Así llegó a Aprende Resiliencia y vio ahí una oportunidad para vincularse y trabajar junto a sus alumnos. “Las experiencias también a uno le entregan herramientas para motivar el trabajo en aula y colaborar con un granito de arena en la construcción de estas comunidades resilientes”, cuenta.
Sobre los objetivos pedagógicos de esta experiencia, Ximena explica que se logró apuntar a distintos aspectos que deben encontrarse en un futuro docente: “Lo disciplinar, lo didáctico, la vinculación con el medio, el desarrollo de competencias actitudinales, el uso de las herramientas tecnológicas para la elaboración de recursos didácticos, todo aquello es muy importante. Son una serie de resultados de aprendizaje que para nosotros como carrera y como perfil de egreso, del futuro profesor de historia de la Universidad de la Serena es fundamental. De ahí la importancia del trabajo que hemos realizado con Itrend”.
“Es una nueva experiencia trabajar con estudiantes de pregrado y da cuenta de la diversificación de los públicos objetivos que apunta el proyecto. Es enriquecedor y a la vez de suma importancia trabajar con futuros docentes, porque justamente de ellos depende formar nuevas generaciones con mejor conocimiento de su territorio, de las amenazas naturales a las que están expuestas y trabajar en pro de una cultura de resiliencia en el sistema escolar del país”, explica por su parte Pas Toledo, jefa del proyecto Aprende Resiliencia, quien impartió los talleres iniciales para orientar a los estudiantes en la preparación de los recursos.
Catalina Abarca, quien trabajó junto a Claudio en la elaboración de la cápsula del terremoto de Tocopilla, cuenta que fue un desafío para ellos sintetizar toda la información recopilada y adaptarla a un lenguaje sencillo para los niños, pero que ve en este tipo de iniciativas, como Aprende Resiliencia, una gran herramienta para educar desde los primeros años: “La educación geográfica es clave. No podemos pedirle a los niños y a las comunidades que sean resilientes si ellos no conocen su espacio ni el territorio en el que están o los eventos naturales a los que se pueden enfrentar. Es algo que debe enseñarse desde muy temprana edad para que estos niños, cuando sean adultos conformen una sociedad que esté preparada para afrontar estos eventos y que no se transformen en desastres”, concluye Catalina.
Durante estos días las cápsulas están en proceso de revisión y edición por parte de Itrend, para ser posteriormente disponibilizadas en www.aprenderesiliencia.cl.